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Nº VIII

Esto no tiene fin

- Hola.

- Hola, buenas tardes.

- Nada, que he visto el cartel así tan escondido desde la calle de "Ateneo", y se me ha ocurrido que a lo mejor tenían algún tablón o algo para poner un papel.

- Pues a ver si hay sitio... ¿y de qué es el papel?

- Sí, cuando lo ponga ya lo lee, si quiere. [El señor se sonríe y se levanta con amabilidad]

- Pues vamos a ver, aquí en este tabloncito...

- Ahí no sé si cabrá, porque es algo más grande que un folio... [El señor se va escaleras abajo. El hombre lo sigue.]

- Pues aquí, en la entrada. Quitamos este cartel que ya es de algo pasado...

- Pues sí, ahí creo que va a caber... Espere, porque es que a veces esto es difícil...

- Si quiere ahí dentro tenemos celo.

- No, parece que ya está: es que a veces se pierde por dónde tirar del asunto y hay que buscarlo, pero siempre anda por aquí... ¿Y de qué va esto del Ateneo?

- ¿Cómo de qué va? ¿Pero no ha oído hablar de los Ateneos? Hay en casi todas la ciudades. Aunque somos independientes unos de otros...

- Sí, bueno, pero como éste no lo conocía. Lo de Ateneo es que se defiende la Verdad, ¿no?

- Pues llevamos desde 1954... Sí, dedicado a la Cultura y a la Ciencia...

- ¿Y dice que son ustedes independientes?

- Sí, somos nosotros los que tenemos que buscarnos los recursos. Para pagar a Iberdrola, para todos los gastos... hay que buscar el dinero como sea... y tal y como están las cosas...

- ¿Dice que hay que buscar el dinero como sea?

- Claro, qué remedio!... Bueno, siempre de forma lícita, sin robar a nadie, claro... Tenemos que hacer filigranas. Porque para organizar las actividades cultu...

- Sí, perdone. Es que lo que dice de eso de "forma lícita",

me da algo que preguntar. Porque como yo hablo mucho con la gente preguntando por el Dinero, a veces sale este ejemplo: el de una chica de ésas que ponen en las empresas de teléfonos para hablar cuando la gente quiere, por ejemplo, darse de baja de su teléfono.

- Sí, pero además no son de la empresa, son subcontratas...

- Bueno, pues eso quiere decir que las pobres chicas están en un escalón muy bajo del tinglao, claro. Pero la cuestión es ésta: que a las chicas le ponen delante como una plantilla o algo así, donde se les va diciendo qué tienen que decir cuando el que llama dice esto o lo otro.

O sea, que si llama alguien para darse de baja, pues que no, decir que tiene que enviar un fax. Si dice que ya ha enviado un fax, entonces le dices que no tenemos costancia, que si seguro que lo ha enviado bien. Si se pone muy nervioso, le lees el siguiente párrafo...

- Sí, si me han mareado muchas veces así...

- Ya, pues entonces, alguna gente con la que hablo (no poca), cuando reconocemos que lo que están haciendo con esa chica es ponerla ahí para que no hable; para que no nos atienda de verdad a lo que decimos (para eso les ponen esas plantillas de qué decir y cómo dar escusas para no hacernos caso), o sea, cuando reconocemos que nos está engañando, pues muchos dicen: "Es normal, es su trabajo".  Entonces, por ejemplo, esto, a lo que decía usted de que hay que hacer cualquier cosa por el Dinero, aunque lícita,.. esto que no sé si es lícito o no, ¿qué le parece lo que dicen algunos?

- Hombre, es que eso... nada es bueno, ni malo. Porque si yo tengo dos niños en casa que cuando llego me dicen "papá, quiero comer", y no tengo, y al día siguiente tampoco, pues al tercero me voy a la calle y hago lo que sea para darles de comer.

- O sea, que ve usted bien que engañe...

[El señor empieza a retirarse escaleras arriba.]

- Sí, sí, ya sé todo eso de la dignidad, que se hacen ricos los capitalistas...

- No, pero si no digo nada de eso...

- Pero cuando tus críos te piden de comer, eso es sagrado.

- Pero si no digo nada de dignidad, ni del capital... sólo digo que entonces, eso, que a los trabajos se va a mentir lo que haga falta, ¿no?

- Las cosas no son ni buenas ni malas, depende como se usen. Con un cuchillo podemos matar a alguien o partir el pan para comer juntos...

- Sí, sí, con las cosas más o menos de verdad pasa eso. Pero, ¿la plantilla que les dan para no hablar claramente, para que las chicas no se vayan de la lengua? ¿Eso también "no es bueno ni malo"? ¿No tiene su creación en su fin, que es engañarnos? [El hombre ya se retira intentando acabar de hablar]

- ... no es tan fácil. Hay mucha gente muriéndose de hambre...

- ¿Dónde? Yo no he visto a nadie. Será en la tele, las cosas que ponen.

- No, no en la tele. Hablo de la calle.

- No, yo estoy en la calle y no he visto a nadie muriéndose de hambre.

- Aquí no, pero por los barrios...

- ¿Dónde? Dígame, porque quiero ir: yo ando por los barrios también. [El señor habla ya girándose para irse]

- Mejor que no lo haya visto, y que no lo vea...

- No, no lo he visto. Lo que sí veo por todos los lados es eso de lo que hablamos: de la plantilla para mentir, que, por supuesto, no la ha hecho la chica del teléfono, sino otro por encima, que a su vez, le ha venido de otro por encima, etc., todos haciendo su trabajo. Por tanto, nada de corrupciones ni distracciones de ésas: no. El problema es lo que hacemos los honraos, los lícitos... [El señor ya se retira intranquilo, despidiéndose con un mohín entre negación y sonrisa. Se mete dentro. El hombre se echa a la calle.]

                            (Trascrito por Pablo. Salamanca, marzo 2013)

1 comentario:

  1. ¡Muy bien! Y ya está bien de la monserga de que "hay que comer" o "estoy trabajando" para justificarlo todo. También me parece muy bien el ataque a la normalidad y a los manejos dentro de la legalidad como fuente de mentiras y de desastres.
    Salud. Miguel

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