Índice


Índice:    I   II   III   IV   V   VI   VII   VIII   IX   X   XI   XII   XIII   XIV   XV   XVI   XVII   XVIII   XIX   XX   XXI   XXII   XXIII  

Nº XXII

- Me estoy acordando ahora de uno de esos anuncios que nos pusieron por las calles y que hasta los que no tenemos tele nos tuvimos que tragar...
- Ah, ¿y de cuál?
- Sí: eran unos carteles que decían: "No es magia, es Ciencia", y que creo que con eso querían animarnos a aprendernos el nombre de una marca y que estuviéramos ocupados en buscar esa marca entre el caos de botes que ponen en los supermercados y que después hasta nos comiéramos la cosa, guiados por la esperanza de que iba a ser algo muy bueno para nuestra salud Futura.
- Ah, ya. Bueno, pero se te olvida lo más importante: que lo que quieren es que además de buscarlo y de comértelo, te lo compres. Eso es lo que de verdad les importa.
- No, no, eso les da igual. El Dinero (el Régimen), como comprenderás, no necesita ganar Dinero. Lo principal es lo otro, la Fe: que te creas el asunto y que te puedan dar el cambiazo: que renuncies a vivir ahora lo que no tienen previsto ellos a cambio de un Futuro feliz. Que te creas que ocupándote en buscar y en comerte ese mejunje estarás muy sano y muy guapo y que te va a ir muy bien (siempre en el Futuro)... O que te creas que si te sometes a las disciplinas de los ginnasios, pues eso, que en el Futuro tendrás un cuerpo de forzudo y que con ello te irá también muy bien en el Futuro. Y así todos los ejemplos que quieras. Así que esas otras esplicaciones de ventas, subidas y bajadas en la bolsa, lucha por los mercados, recortes o no recortes, público o privado y lo que quieras, pues vienen de arriba y están para reforzar la Fe de que el Dinero es algo natural. Algo necesario y escaso, y que de lo que se trata es de repartirlo bien. Esa es la trampa para asimilar y tapar cualquier rebelión contra Él. El posible vislumbre de que el Dinero está de más, se desvía hacia una protesta que no solo no va contra Él, sino que lo refuerza al hacer decir a la gente que no es que esté de más, sino que falta.
- Ya. Y en el anuncio ese usan ni más ni menos que el nombre de la Ciencia para que te creas ese Futuro, que no creas que lo dicen por decir los señores del anuncio, sino que es la Ciencia la que lo dice.
- Sí. En previsión de que salga la razón vulgar, llana, que habla en contra de la Fe diciendo: "Porque tú lo digas", pues lo intentan evitar adelantando que es la Ciencia la que lo dice. O sea, lo que a la propia gente se le puede aparecer como algo assurdo e idiota (como algo mágico), intentan hacerlo soportable diciendo que la cosa assurda e idiota no la dicen ellos, los del anuncio, sino la Ciencia.
- O sea, que aunque sea una cosa idiota esto de creer en el Futuro, si lo dice la Ciencia...
- Sí, eso: la Ciencia hace la Fe. Y es buen ejemplo, además, para ver cómo esto de la Fe, esto de creerse las cosas, no es simplemente de sí o no, sino que, como no somos de una pieza, pues hay algo por ahí que no se cree las mentiras, o sea, el Futuro, que se burla de ellas, y otra cosa que, bueno, las puede hacer soportables, cree en ellas.
La guerra contra las mentiras está también dentro de cada uno. Así que a lo mejor podemos darle la vuelta al anuncito ese, y al mirarlo (como estamos haciendo) del revés, usarlo no a favor de la Fe, sino en contra.
- ¿Cómo?
- Ah, pues así: Pero ¿es posible que a todos los niños les pongan esos hierros en los dientes, que sufran ahora eso, y años y años, haciéndolos tan feos y soportando el dolor y la incomodidad, para ser guapos en el Futuro?
- Ya. No es magia, es Ciencia.
- Y ¿cómo es posible que a los niños, por millones, se les esté diariamente vigilando y essaminando, convirtiéndolos en reos a juzgar diariamente (los essaminan tanto de sus conocimientos, como de su comportamiento)? ¿Y cómo es posible que se les dé a mansalva pastillas: si se mueven demasiado o si no atiende mucho a los interesantísimos planes de estudios que tienen hechos para ellos o lo que sea?
- Pues no es magia, es Ciencia.
- ¿Y no he oído que hay sabios que tranquilamente, así, en serio, con los mayores honores imaginables del Régimen, esplican que han descubierto cómo empezó el tiempo?
- Sí, lo has podido oír. Pero no se trata de pirados o de videntes. Es gente muy preparada. No es magia, es Ciencia.
- ¿Y no me han contado que de tres hermanas, dos de ellas se han quitado las tetas sanas, para prevenir que en el Futuro les venga una peste a las tetas que se quitan ahora, y que a la otra hermana, que se ha negado a quitárselas, le han dejado de hablar en la familia, ofendidos?
- Sí, pero no es magia, es Ciencia.
- ¿Y puedes creerte tú la cantidad de sicólogos, médicos, filósofos, biólogos y hasta economistos y juristos, que publican a todo trapo, y llenan las librerías con ellos, libros y libros donde enseñan cómo vivir bien, hasta el estremo incluso de ser feliz? O sea, que parten de que saben lo que es vivir, para luego esplicar cómo vivir bien. ¿No es magia?
- No, es Ciencia.
- Y ¿cómo es posible que en medio mundo, de un día para otro, en ciudades y campos, encierren a la gente manu militari en sus casas, que no les dejen salir ni solos a pasear, que ni siquiera les dejen enterrar ni ver a los muertos, y que, además, consigan que esos mismos encerrados se asomen a aplaudir o a cantar un himno patrio con entusiasmo a la hora que les dicen en la tele?
- Pues no es por magia, es por Ciencia.
- Y saber que hay algo que se llama las HLH (Huestes Libertarias de Honolúlu) y que han sacado un comunicado en el que dicen que que el Régimen encierre a las gentes en casa, las aisle y las aterrorice, tiene la ventaja de que es algo bueno para su salud, ¿no es algo como increíble?
- Pues no. No es magia, es Ciencia.
(Pablo. Encerrado por la fuerza. Salamanca, marzo 2020)

No hay comentarios:

Publicar un comentario